jueves, 29 de septiembre de 2011

Las tics y su nuevo lenguaje

000 SAP, Rosa Montero
"Verán, la hija de una amiga mía es informática. Un día recibí por error un email suyo. Decía así: “¡Hola a todos! Desde el mes de enero hay instalado un sistema IDES 4.6C con Oracle y sobre Sun Solaris 5.8. El SAPSID del sistema es RO4 y el host sobre el que está montado es davival28 (10.1.22.74). Está incluido en el CUA que instaló el administrador. Los mandantes que encontraréis con SSO son: Mandantes 000 SAP AG 500 IDES-ALE: Central Sist. De todas formas, para los que tengan problemas al montar el SSO, pueden usar los usuarios estándares”. Por razones de espacio, he acortado un poco el texto. Tenía más SAPS y SUPS y otros monosílabos robótico-succionadores. El caso es que me quedé un poco chafada, porque a una, que vive de la palabra y por la palabra, y que confía, pese a todo, en la capacidad de comunicación de los humanos, le fastidia que le hablen supuestamente en castellano y no poder entender ni una maldita frase. Y este rollo informático no es el único lenguaje en español que me cuesta entender: tampoco se me dan nada bien los mensajes de los móviles, esas largas frases escritas de manera tan abreviada k t haces un lío.
Ahora bien, no creo que los jeroglíficos de los móviles y los chapurreos electrónicos sean algo necesariamente negativo. Un idioma es una criatura viva. Es como la piel de una sociedad, y se estira y encoge a medida que el cuerpo al que recubre cambia de forma. Por eso, intentar defender a ultranza la pureza de un lenguaje, intentar fijarlo a una forma concreta, es como matarlo. Las nuevas circunstancias crean respuestas expresivas nuevas; en la informática están impregnadas de anglicismos porque responden a la realidad del mundo y a la supremacía técnica anglosajona. Y sólo conseguiremos cambiar esta tendencia si nuestra sociedad adquiere mayor importancia cultural y tecnológica. En cuanto a la transcripción sincopada de los móviles, no es más que una ingeniosa herramienta. La hija de mi amiga lee mucho, escribe muy bien, y además domina -mejor para ella- esa otra jerigonza. Lo importante es construir una sociedad lo más culta y reflexiva posible. Y la riqueza del lenguaje vendrá de modo natural y por añadidura".

Este texto nos muestra cómo el lenguaje técnico de la informática (y las Tics) se han introducido en nuestras vidas y en nuestro idioma. Tal y como Rosa Montero nos explica, no todos entienden (o entendemos) este lenguaje pero, por suerte o desgracia según lo miremos, las computadoras (celulares, mail, internet,…) están cada vez más presentes en nuestras vidas. Mucha gente tiene que trabajar con ellas -y cada una de ellas- y utilizarlas de una forma rápida y sencilla. Aunque los jóvenes, que han crecido jugando con las computadoras y los videos juegos (la Wii, la play,…), piensan que esto es sencillo, mucha gente, que no ha crecido con estas nuevas tecnologías no lo ven (o vemos) de este modo. Muchos de ellos tienen que hacer milagros para poder valerse con lo más básico ni hablar cuando hay que hacer frente a los términos que comenta la autora. Esto sucede porque se nos ha impuesto la utilización de un lenguaje técnico, que muchos de nosotros no acabamos de asimilar. Aunque este lenguaje tenga la intención de ser preciso y no dar pie a errores. ¿Qué pensarán nuestras abuelas si les decimos que estamos “navegando”? Pues probablemente nos digan: Cuidado, que el mar es muy traicionero o algo por el estilo. Pero en fin, esto es solo un ejemplo de los tecnicismos y su uso.
Amén de todo esto, el uso de las tics (y su respectivo lenguaje) en el aula (computadora, celular, etc) no nos hacen ni mejores ni peores docentes. Es parte de nuestro compromiso como educadores apropiarnos de este nuevo contexto digital propio de la sociedad del siglo XXI, sin abandonar ni despreciar lo “antiguo”. Y es en este intento de tratar ser mejores, que no debemos olvidar, que tenemos todo el derecho de equivocarnos en el proceso de aprender y comunicar estas nuevas herramientas.

1 comentario:

  1. Rosa Montero nació el 3 de enero de 1951 en Madrid. Desde pequeña, a causa de la tuberculosis estuvo desde los cinco años hasta los 9 recluida en casa, se dedicó a leer y escribir. Estudió periodismo y psicología mientras colaboraba con grupos de teatro independiente como Tábano y Canon. Ha publicado en varios medios de comunicación y desde 1976 trabaja en exclusiva para el periodico El País. En 1978 gana el premio Mundo de entrevistas y en 1980 el premio Nacional de Periodismo para reportajes y artículos literarios.

    Fue redactora-jefe del suplemento dominical de El País hasta 1981. Ha publicado novelas, cuentos y recopilaciones de entrevistas y articulos.

    Escribió los guiones de Media Naranja que Televisión Española emitió en 1986.

    En 1997 ganó el I Premio Primavera de Novela por La hija del Caníbal. Ha recopilado sus cuentos de los últimos quince años y añadido algunos más en Amantes y enemigos.

    El instituto La Laguna de Madrid le otorgó en 1999 el Primer Premio Literario y Periodísitico Gabriel García Márquez por su trabajo en El País.

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